24 sept 2005

De ella... hace tiempo

Envidia

Envidio al cielo, porque puede ver donde estas,
Porque cada mañana al despertar te verá.
Envidio a la luna que te ilumina,
Quisiera ser ella para que me vieras por tu ventana
Y para que ilumine cada una de tus noches.
Quisiera ser como las nubes,
Que cuando no las ves las extrañas
Y te hacen falta.
Quisiera ser como el agua
Que la necesitas para vivir.
Como el viento que roza tu piel
Y como un suspiro que sale
de lo más profundo de tu corazón.
Te amo con toda mi alma, mi amor.

23 sept 2005


Sólo por un momento, pensar en lo que no tengo, me hace sentir ... lleno. Lleno de nada. Me hace sentir el deseo interminable de querer solamente un respiro, y mezclar mi conciencia con mi voz y elevarlos por un instante al corazón, que late cada vez más lento. Sólo por un momento, pensar en lo que no tengo aprisiona mi alma, cautiva ya desde mucho tiempo atrás. Sólo que esta vez es torturada, y desea por un instante ver una salida, aunque no la utilice. Desea mi alma abrir sus ojos y rozar sus manos contra la cadena que lo limita. y saber que tiene a su alcance, su propia prision.Sólo por un momento en el que no dejo de pensar... Abrir los ojos, soltar el llanto...que mi conciencia lata cada vez más fuerte..Me tortura.Sólo por un momento quisiera ya no pensar...y poder gritar.Es increible.. tiene uno sus costumbres.

Luz de alba


A mi alrededor hay caras conocidas, sus lágrimas estan llenando sus lentes, la gente corre en círculos para lidiar con Él y Él sólo los observa desde arriba. Y ellos tan solos por el mundo. Que mundo tan loco! dice el de los ojos claros y Él sólo lo mira, le quiere dar la mano, ¡Ah! como se queja el de los ojos claros. Siempre tan frío cada amanecer, algunos se esconden en sus cobijas rojas, otros más le piden a Él ojos cafés y un sol en agosto. La gente pasa sin voltear a hablarse, cada vez sus rostros son más desconocidos, un tanto más viejos, un tano crecidos y el de los labios delgados no deja de llorar. Cada agosto una lágrima, pero no lloran, no los pueden ver, ¡¡Que importa si lloran, son desconocidos!! y ellos sólo corren para lidiar con Él, y Él... sólo los mira, quiere dar su mano como dio su vida hace tiempo ya, ¡Ah! como delira el de los ojos claros siente en su pecho la angustia, y ellos... ellos simplemente no lo entenderán.

Hoy siento

Hoy siento en la nada
lo frágil de tu misterio,
que se oculta tras la luna
y no me deja verte.
Hoy siento que puedo
quizás verte a los ojos
y entender tu desprecio
aprovechando la ocasión.
Quizás luego te arrepientas
y no vuelvas a obsequiarme
lo frágil de tu misterio,
que es lo único que tengo
y aún no es mío..
hoy creo que verte
me hace tan feliz
que me provoca besarte
hasta el final del día.
Pero te escondes tras la luna
y no puedo tenerte,
voy matando mi ilusión
sin dejar de verte
y tengo tanto miedo
de que aun sin ser mía
comience a perderte.


Ahora que lo pienso... ya no soy el mismo de antes. mi historia, mis sueños, mis versos, toda mi vida ya no es la misma. Nuevos amigos, risas nuevas, nuevos motivos. Mis lágrimas, menos saladas, y el corazón... igual que siempre, temeroso, sabio consejero que nunca se aconseja a sí mismo. Mis ojos, desinteresados de toda dulce mirada, de un alma pura, se clavan en la superficie hermosa de un bello ser. Mis labios ahora temen soledad, y recuerdan la agonía de un tiempo así. se agrietan y esperan con ansias el rocío que traerá consigo una nueva flor... ya no rosas, que son hermosas pero espinan y perturban la conciencia. ¡Ah, Como perturban la conciencia!. Te hacen amarlas y como sufres cuando se marchitan. Mi piel... también distinta extraña un roce, lo desea, lo busca, lo añora, cuando antes llegaban a ella, como ha cambiado mi piel desde entonces, tan sensitiva, tan acariciable... tan vulnerable, mantiene su calor para dárselo a alguien.. y como dárselo a ese alguien, si huye de mi, por culpa de mis labios. Mis pasos, ya no siguen mi instinto, ni piensan. Mi sombra me ha dejado solo, mi voz no obedece. Yo no pienso lo que quiero y ni hago lo que pienso. Hasta el viento en mi ha cambiado, m esquiva. La lluvia no me empapa y el sol no me acalora. Mis versos, no dicen lo que siento. Lo que siento lo callo y lo olvido. Y hasta el tiempo no es mi amigo. Me traiciona, me castiga. Se va con ella. Mi conciencia, me intriga... como ha cambiado mi conciencia, ya no me hace reír, ni me da empujoncitos, ahora sólo habla más quedito, como queriendo que no la escuche y esta de más pues mis oídos son más distraídos, ya no escuchan el amanecer ni se regocijan con la puesta de sol. Se creen lo máximo, creen que todo el mundo les habla, aunque la culpa de eso la tienen mis brazos, que se creen alas y quieren subir tan alto, para sentirse mejores y olvidar tantos rencores... ¡Ah como han cambiado!.. momentos banales.. aunque ahora que lo pienso.. entre más cambian las cosas, más permanecen iguales.

Diciembre

Buenas noches Diciembre.
Hace tiempo ya que no te siento. La terrible soledad... y hoy el llanto
han venido a llenarme tanto de esta miserable oscuridad... A cada instante al recordarte mi cuerpo
fugazmente arde. ¿Cuándo vendrás? ¡Por Dios! te extraño. Aquellos vientos de antaño
no me envuelven en las tardes. ¡Que abismo Diciembre!... me helabas los huesos. La noche llegaba en cristales y hoy parecen aguas termales que no se calman ni con rezos. ¡Como te extaño Diciembre!
Te extraño todo, tu brisa, tu andar. Como tu blanca presencia investía el agua ingenua del día que hoy tan sólo no pueo olvidar. Sólo deseo que pronto vuelvas y estár eternamente a tu lado. Te aseguro trataré de resistirme más hoy perdona no haberme controlado. En fin, quisiera no despedirme pues sé que volverás a ser pasado. Buenas noches Diciembre, tengo que irme, disculpa haberte molestado.

Para mi amiga
Quisiera pensar en aquella vez cuando dijiste que nadie me iba a querer como lo hacías tú. Quisiera creer que era cierto que me querías tanto. Quisiera... pero éramos alas solamente. Fue un instante y de repente, ya éramos piedras de papel. Como quisiera sentir tu ausencia desvanecerse dentro de la nada y esfumarse con todo y rencores. Como quisiera sentir otra vez los dolores... de vivir en ti, de sentirme amado. Cuanto me hubiese gustado. Cuanto... Continuar ahí, en las nubes, lejos de mi alma, lejos de mi ser, lleno de mi vida, la tinta y el papel. Como quisiera extrañar tu locura, tus infames arrebatos, tu demencia, tu tortura, extrañar hasta el mal trato que talvez nunca existió. Como quisiera... Pensarte, llorarte, hablarte, rogarte, arrodillarme y pedirte que vuelvas a mi lado. Sería certero, sería imposible. Sería quizás mi último deseo. Quisiera amarte, como lo hice tanto tiempo. Quisiera. Cuanto quisiera. Pero es tan difícil ahora que ya no vivo, que ya no muero. Ahora que ya no escucho y ya no veo. Es tan difícil... Quisiera al menos, sentir tu aroma, pero ya no existo, ya no puedo. Ah, cuanto me hubiese gustado resucitar mi piel con tu veneno. Cuanto... No te imaginas cuanto.




Era una dulce mañana


Era una dulce mañana en que tu piel desnuda
cubría mi alma, tan desenvuelta de besos.
Y mi mano en la curvatura de tu espalda, reía.
Y lo supe entonces, te amaba, te amaba tanto
que si el sol fuera amor ni con sus rayos sabrías cuanto.
Ojos cerrados y pies descalzos
vestían tu cuerpo con dulce hermosura,
y yo... abrazado a tu cintura lloraba, lloraba tanto.
Como la luz que se cuela debajo de la puerta
y no logra iluminar el misterioso cuarto.
Era una dulce mañana, tan dulce como las horas
en que solamente te amaba y no me preocupé.
Y fue entonces cuando lo supe, fue entonces cuando lloré.
Tu no me amabas, ni me extrañabas tanto,
como las flores deseosas de ver el reflejo del sol.
De pronto ya no soñabas y yo callé todo mi llanto
y a tu espalda tibia me aferré.
No sonreías, se fue el encanto, yo solamente te miré.
Creí que me amabas, que me amabas tanto,
que cubrías mi alma con toda tu fe.
Era una dulce mañana de ojos cerrados y pies descalzos
y lo supe entonces...
Me equivoqué.
Quise decirte que no, decirte quizás que ya era tarde para mi, para los dos, pero me vi en tus ojos y quise intentarlo. Sabía que no era bueno para tu alma enamorada ni para mi corazón inquieto. Y lo intentamos ¡Tan fácil era! Y me sorprendiste... como a cualquiera. Sabía, todo sabía de ti y supe tan poco y ahí estábamos los dos locos. Quizás tu ausencia me esperaba, tu soledad me necesitaba y yo sin ti tan vivo, yo sin ti a tu lado quise intentarlo ¡Desgraciado!. Tan fácil era decirte que no, pero me vi en tus ojos y ahí estábamos realmente locos, juntos, tan solos, sabiendo que no era bueno. Sabiéndolo y yo lo supe primero, y lo intente. Y heme aquí, pensando que tu lloras, mientras no te extraño y tu me añoras. ¡Que Desgraciado! Yo sufro tan poco por verme en ellos y tu... no ríes, y ya sin sueño... duermes... descansas en tu soledad.
Por si acaso

Sólo por si acaso, Te extraño.
Aunque jamás estuvimos juntos
Pero aun tengo tu presencia
Aferradas a mis recuerdos De aquel ayer.
Por si te lo preguntaras, Te amé.
Quizás no lo supe en ese entonces.
O quizás lo supe siempre
Y aunque ya no estas presente
Sé que te amé y es suficiente.
Por si lo dudaras, Te recuerdo.
Aun siento el dulce sabor de tus labios.
Que se entregaron a mi
Tras una arrebatada idea
¡Tan esperada! ¡tan repentina!
Por si no tienes idea Sufrí.
Sufrí por no haber hecho nada.
Sentir que podía detenerte
y dejarte ir, y abandonarte a tu suerte.
Por si no supieras, Te escribí poemas
Tratando de llenar mi soledad.
Inventé historias, inventé amores
Soñé que regresabas, Imagine que nunca más te irías.
Sólo por si acaso Aún te espero
Imagino el día en que entre mis brazos estarás.
No sé si me amaste O si aun me amas
Desde que te fuiste no supe nada más.
No sé si me recuerdes, No sé si me extrañas
Ni siquiera sé si algún día regresaras.
Te he buscado tanto Y no logro encontrarte
No sé si lo sabes o si lo sabrás.
Pero por si acaso,
Sólo por si acaso,
Necesito verte...
Dime, ¿donde estás?