A mi alrededor hay caras conocidas, sus lágrimas estan llenando sus lentes, la gente corre en círculos para lidiar con Él y Él sólo los observa desde arriba. Y ellos tan solos por el mundo. Que mundo tan loco! dice el de los ojos claros y Él sólo lo mira, le quiere dar la mano, ¡Ah! como se queja el de los ojos claros. Siempre tan frío cada amanecer, algunos se esconden en sus cobijas rojas, otros más le piden a Él ojos cafés y un sol en agosto. La gente pasa sin voltear a hablarse, cada vez sus rostros son más desconocidos, un tanto más viejos, un tano crecidos y el de los labios delgados no deja de llorar. Cada agosto una lágrima, pero no lloran, no los pueden ver, ¡¡Que importa si lloran, son desconocidos!! y ellos sólo corren para lidiar con Él, y Él... sólo los mira, quiere dar su mano como dio su vida hace tiempo ya, ¡Ah! como delira el de los ojos claros siente en su pecho la angustia, y ellos... ellos simplemente no lo entenderán.
Más allá de mi presencia, Se ven reflejos de todo lo que soy. Más allá de mi ser, la sombra de mi ausencia se va delineando y se une al contorno de mi piel. Más allá de todo lo que puedo y lo que no.. se ve mi alma.. Se ven la tinta y el papel.. se ven la ausencia y la presencia de todo aquello que no existe y necesito.. y que a veces simplemente imagino.. Más alla de los reflejos que atraviesan sin temor alguno el umbral de Mi vida.. aparezco yo.. completo.. letra por letra.
23 sept 2005
Luz de alba
A mi alrededor hay caras conocidas, sus lágrimas estan llenando sus lentes, la gente corre en círculos para lidiar con Él y Él sólo los observa desde arriba. Y ellos tan solos por el mundo. Que mundo tan loco! dice el de los ojos claros y Él sólo lo mira, le quiere dar la mano, ¡Ah! como se queja el de los ojos claros. Siempre tan frío cada amanecer, algunos se esconden en sus cobijas rojas, otros más le piden a Él ojos cafés y un sol en agosto. La gente pasa sin voltear a hablarse, cada vez sus rostros son más desconocidos, un tanto más viejos, un tano crecidos y el de los labios delgados no deja de llorar. Cada agosto una lágrima, pero no lloran, no los pueden ver, ¡¡Que importa si lloran, son desconocidos!! y ellos sólo corren para lidiar con Él, y Él... sólo los mira, quiere dar su mano como dio su vida hace tiempo ya, ¡Ah! como delira el de los ojos claros siente en su pecho la angustia, y ellos... ellos simplemente no lo entenderán.
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